
Como médica dermatóloga, sé que la protección de la piel es fundamental para prevenir el envejecimiento prematuro y otros problemas de salud relacionados con la exposición al sol. Aunque el protector solar es indispensable, también hay otro tipo de defensa que puede ayudar a proteger nuestra piel: los antioxidantes.
Qué son los antioxidantes
Los antioxidantes son moléculas que neutralizan los radicales libres, esas partículas inestables que dañan nuestras células cuando estamos expuestos al sol, la contaminación y el estrés. Los radicales libres contribuyen al envejecimiento prematuro, a la aparición de manchas, arrugas e incluso al cáncer de piel.
Cómo funcionan los antioxidantes
Los antioxidantes actúan como una segunda línea de defensa al complementar la protección del protector solar y reparar los daños que este no puede prevenir. Al neutralizar los radicales libres, los antioxidantes pueden ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro y otros problemas de salud relacionados con la exposición al sol.
Los antioxidantes más estudiados para proteger la piel
A continuación, se presentan algunos de los antioxidantes más estudiados para proteger la piel:
* **Carotenoides**: Estos son pigmentos naturales presentes en frutas y verduras que han demostrado mejorar la resistencia de la piel a los daños del sol al absorber la radiación ultravioleta. * **Polipodium leucotomos**: Es un extracto natural que proviene de un helecho tropical y tiene propiedades antioxidantes y fotoprotectores. Mejora la capacidad de la piel para resistir el daño solar reduciendo el riesgo de quemaduras, manchas y envejecimiento. * **Resveratrol**: Se encuentra en las uvas de vino pinto y moras y es conocido por sus potentes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Protege contra el daño oxidativo y promueve la reparación celular después de la exposición al sol. * **Picnogenol**: Es un antioxidante que se extrae de la corteza del pino marítimo y ha sido estudiado por su capacidad para mejorar la elasticidad de la piel y reducir la inflamación causada por la radiación ultravioleta. * **Licopeno**: Está presente en tomates y otras frutas rojas y es uno de los antioxidantes más efectivos para combatir el daño solar. Algunas investigaciones han demostrado que el consumo regular de licopeno reduce el enrojecimiento de la piel causado por el sol y protege contra la gradación del colágeno.
Cómo incorporar estos antioxidantes en tu rutina diaria
Para aprovechar al máximo los beneficios de los antioxidantes, debes incorporarlos en tu rutina diaria. A continuación, se presentan algunas sugerencias:
* **Rutina matutina**: Al inicio del día, aplica un suero con antioxidantes como la vitamina C o el ácido ferúlico y usa un protector solar de amplio espectro con un factor de protección de 30 o más. * **Rutina nocturna**: En la noche, limpia tu rostro para eliminar los restos de protector solar y la contaminación del día. Luego aplica un suero con antioxidantes reparadores como el Resveratrol o la niacinamida y finalmente, puedes aplicar una hidratante que tenga lípidos para restaurar la barrera cutánea.
Conclusión
En resumen, los antioxidantes pueden ser una herramienta valiosa en tu arsenal de protección contra el daño solar. Al incorporarlos en tu rutina diaria y usar un protector solar de amplio espectro, puedes prevenir el envejecimiento prematuro y otros problemas de salud relacionados con la exposición al sol. Recuerda que la combinación de antioxidantes aumenta su efectividad, por lo que busca productos que combinen activos como la vitamina C, ácido ferúlico y licopeno entre los colores.